jueves, marzo 02, 2006

Escenalborde


No sabía bien en qué me estaba metiendo... siempre amé la danza, las siluetas de las chicas moviéndose en el espacio .... nada de clásico, lo más tribal, más libre, menos atado a cánones estéticos y posturales.

Sentir eso y bailar como loca cada vez que puedo, es una sola cosa, ya sea en los antros que me gustan, en mi casa de noche, en las fiestas, en fin...
simplemente olvido todo lo demás y puedo pasar así horas y horas.

Y entonces héme aquí en el suelo de madera de este hermoso lugar que es Escebalborde, huele a agua, a bosque aquí dentro, a dulce atmósfera de libertad, de energías que circulan sin cadenas.

Y aprendí eso de las oleadas del movimiento, del peso del cuerpo que te trae y te lleva con la elegancia de un junco, de las hojas a merced del viento. Del silencio corporal, de meterse en el suelo, de admirar tu cuerpo, tus pliegues, tus contornos, de sentir la energía de la música, de
sentir las articulaciones, el eje central del movimiento. El estallido de la energía en el fondo de tu cuerpo y las ganas de vivir a mil en función de la danza y la música.

Me adapto al cuerpo de otro, otro se adapta a mis gestos, nos reinventamos mutuamente y fluimos en increíble sincronía.

Qué importa que al día nsiguiente el cuerpo duela como bestia, que algunos moretones se vean por ahí, si la música y nosotros fuimos una sola fuente de fuego.

1 Comments:

At 10:12 a. m., Anonymous Anónimo said...

Sentir el baile y expresarlo adecuadamente no es fácil...uno siente las ganas de moverse y todo eso pero, como no soy muy coordinado, me quedo con el empeño. ¡Qué bueno que puedas experimentar esa sensación! Saludos.

 

Publicar un comentario

<< Home