domingo, julio 16, 2006

Cara de Angel.

Esto es triste, lo sé....,
pero lo escribí hace muchos años (más de diez) en honor a uno de los mejores amigos de mi hermano que decidió ponerle fin a sus días. Era un tipo creativo, lleno de ideas y proyectos, dejó algunas obras, iniciándose en su trayectoria como artista visual, mi hermano se encargó de recolectarlas y armó una exposición el año pasado, en pleno barrio La Matriz. Le llamaban "Cara de ángel", así le decían sus cercanos.
Hace poco encontré mi texto, ( yo quedé impactada, porque me tocó reportear la noticia sin saber quién era), le hice unos cortes ( al texto) y aqui está, me interesa que lo conozcan. Sorry por lo sombrío del tema.
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Tenías la piel tan pálida como siempre, azulada de nacimiento, de trasnochada, de cansancio.

Sólo que ésta vez el terror de un minuto la había petrificado: tu mano crispada hacia el cielo azul sellaba la última nota de esa trágica melodía que te encargaste de interpretar esa mañana: la de tu muerte.

Si lo pensaste antes o si fue la última travesura de tu espíritu oscuramente juguetón.... no lo sé, no lo sabe el centenar de amigos y conocidos que llegó dos días después a consolar a tu destruida familia, mientras te velaban con el rostro helado y somnoliento en el medio de la iglesia (ja!).

Lo único que sabemos es que la idea te acechaba hace tiempo, en la última velada con los amigos de siempre: ésos que llenaban un crucigrama antes del funeral. Sabemos también que el edificio que escogiste para emprender el más audaz de tus vuelos, ya había estado en los planes de uno de tus amigos, ese que evitó llorar al mirarte a través del vidrio.

Pero tú te adelantaste a todos y congelaste ese minuto de las 13.30 horas del viernes ante el asombro incrédulo de los que nos enteramos a quemarropa de tu decisión. ( y vaya cómo!!!)

Seguramente la carta que dejaste también fue una de tus últimas bromas de mal gusto, como las palabras que dejaste escritas en la pared de mi departamento y que yo borré con pintura hace tiempo (¿cómo iba a saberlo?)

Por cierto eso de lanzarte con la máscara de Godzilla, me parece la más macabra de tus jugarretas. Será porque me asombra ese estilo de reírte de la muerte hasta cuando la caída era inminente y el silencio te esperaba allá en lo más denso del pavimento, donde tu padre envejecido en mil años, vino a reconocerte.

Sólo deja que te recuerde por última vez, mientras la lluvia tenaz se encarga de destruir tu última huella en la tierra amarga, fertilizada por otros muertos.

Sólo permite que siga creyendo que te encanta seguir molestando a los gatos del barrio. Estas últimas noches, al parecer, se irritan más con tus emboscadas. Y aunque es ridícula la forma de entretenerse que tienen los otros calculando las destrezas en un Mundial de Fútbol, tu muerte se prenderá como un camafeo en tus más cercanos ... hasta que a alguien se le ocurra acompañarte en tu nueva aventura .

Quisiera que te quedaras, pero el maullido monocorde de los gatos me estremece el corazón.