Pagano nights

Hubo un tiempo en que iba seguido, en mi época de mayor tristeza, no sé qué me impulsaba a volver algunas noches a este lugar donde nadie te juzga por lo que vistes, por cómo vas maquillado, a quién abrazas o a quién besas con descaro.
Hay veces en que me quedo pegada en la música, harto anglo de lo mejor . Otras veces me engancho con las performance de las chicas.... musculosas ellas, de cuerpo trabajado a pulso, maquilladas dramáticamente, vestido a tono cuidadosamente escogido, perfumadas para la ocasión. Me gustan esas "chicas-drag" , que se les va el alma en la canción que doblan, quizás a qué amor tormentoso interpelan. Con toda esa tosquedad se advierte su ser más tierno, más desolado, más discriminado. Luego caen rosas o chocolates o burbujas.

Una vez vi a una chica hermosa terminar en cueros, era mujer-mujer, bailó bellamente y de a poco se fue desprendiendo de sus ropas, tenía un maravilloso cuerpo ....y rostro, nunca más la ví.


A veces escucho cierta música en el auto y me acuerdo de esas noches locas, donde tomábamos harto, donde terminaba conversando con algunos chicos despechados por sus novios, media intoxicada con el denso humo del cigarrillo que a veces deja el ambiente irrespirable. Observar.... me entretengo demasiado mirando al resto, sus ropas, sus piercings, sus tatuajes, sus tules negros, los "smoked eyes" como a mí me encantan, y ese desenfado de no importar nada alrededor y también de aceptar a todos como uno más.

Ultimamente prefiero el "Exodo" al lado del Pagano, donde se puede conversar más y el ambiente es menos tóxico (por el cigarro) y hace poco conocí "Las Cachás Grandes" restaurant que fue remodelado totalmente porque antes allí había un bar bien modesto, acondicionado con la estética de los mismos dueños, rica comida y bello lugar, ojalá lo conocieran más personas.