Walking around

Prometo no volver a mirarme a los espejos másde una vez ni volver a creerle a la incredulidad o a la oscura sensación que me devuelve su imagen
procuraré caminar sin mirar al suelo lentamente, mirando escaparates, comiendo caramelos de anís me fijaré en las graciosas cariátides de los edificios las fuentes de agua, los extraños dibujos que forman las nubes, cerca del mediodía o cuando la tarde se hace dueña del día.
Escucharé con paciencia y en absoluto silencio, las palabras que surgen de los ojos, la música que surge de los gestos, los colores que se tejen en las calles.
Prometo volver a disfrutar del silencio en todo su espesor, su negrura, su luz, sus dominios estancados.
Intentaré recorrer calles olvidadas, botonerías, antiguos boliches de barrio
retratar oficios olvidados, sombrereros, empastadores de libros, sastres sin encargos, bordadoras de calcetines, componedoras de paraguas y muñecas de loza.
Quién sabe si en el micromundo de todos los días encuentro lo que los apuros cotidianos, los discursos fatuos y las pedrerías de las mujeres no han logrado .....